El favorito del Rey Dragón

Capítulo 10


Abrí los ojos y miré a mi alrededor… Estaba en mi habitación, en el castillo de Shirasagi. Mi cuerpo se siente pesado y rígido. ¿Es porque pasé todo el día montado en la espalda de Ryuo-sama? Mis brazos y mis muslos habían estado atrapados por las riendas así que también tenía un fuerte dolor muscular. Además, en el oasis… Habíamos terminado por abrazarnos y besarnos tanto que finalmente perdí la cabeza y me dejé llevar.

Me duele y estoy tan cansado por el viaje que no puedo mover ni siquiera los dedos de las manos… Pero, soy muy feliz justo ahora.

Mientras abrazaba la almohada en mi cama, recordé todo el día de ayer y disfruté de la emoción y la felicidad que me ocasionaba todavía esa inesperada “cita en Lütbya”. Su calor y también, la manera en la que decía que me quería.

De pronto, una rana entró después de golpear la puerta un par de veces. Comenzó a decir:

—Tierra, ¿finalmente te levantaste?

—Oh, lo siento… ¿Dormí mucho?

—Sí, estabas tan cansado que dormiste como si estuvieras muerto. Ryuo dijo que quería estar contigo hasta que te despertaras, pero no lo hacías y tenía que ir a trabajar. Tuve que correrlo.

Justo cuando menciona a Ryuo, mi cuerpo se calienta terriblemente. Sin querer, me cubrí las mejillas con ambas manos y me hice una pequeña bolita sobre el colchón.

¡No puede ser que esté reaccionando así!

—Vaya, es cierto. Olvidé preguntar. ¿Tienes hambre? Primero tienes que comer.

Sei salió de la habitación rápidamente y me dio la oportunidad de poner en orden mis ideas. Odio lo que me está pasando. Odio los pensamientos de ayer en los que estaba repitiendo que era absolutamente feliz estando en Lütbya y que quería regresar lo más pronto posible… Cuando, sin el Rey Dragón, era tan bien recibido como una inmensa plaga de cucarachas.

Algo ha cambiado con solo un día de experiencia… Lo que cambió, son solamente mis sentimientos. Aumentaron tanto que dan bastante miedo.

Soy una persona fea que no puede hacer nada bien. Pero ahora, quiero actuar de un modo adecuado con lo que puedo hacer aquí, y según mi deber como “Favorito”.

Fue Kou quien entró en la habitación esta vez. Tenía una enorme bandeja de comida entre las patas.

—Tierra, ¿cómo te sientes hoy?

—Hay tantos lugares diferentes que me duelen… Pero, creo que estoy bien. ¿Qué es eso de allí?

—Esto es el mejor remedio que tengo para hacer que un cuerpo humano se recupere de una tremenda fatiga después de volar.

En la bandeja había mucha comida, un jugo de naranja y una fruta enorme parecida a una pera. Lo que me habían dado de comer cuando llegué al castillo de Shirasagi por primera vez. No me gusta la idea de emborracharme antes de comer, pero seguramente podrá aliviar algo del tremendo dolor que tengo.

Todavía en la cama, Kou coloca la bandeja sobre mis rodillas sin esperar a que pueda incorporarme y, hábilmente, comienza a intentar llevar la comida a mi boca.

El pan de Lütbya tiene una forma plana y casi nada de sabor. Además, se come con una salsa agridulce o se sumerge en una sopa aguada que es de un sabor algo picante. Debido a que ahora parece ser todavía muy temprano, puede tratarse del desayuno clásico que todos comen aquí… No voy a quejarme demasiado por el momento.

Después de unas cuantas mordidas, siento como si mi cuerpo se hubiera vuelto algo lento. Digo:

—Kou-san… Lo siento, seguramente tú también estás muy ocupado. Quiero dormir un poco más así que, si quieres irte…

—¿Um? ¿Sei te dijo algo?

—Pues… Escuché que el rey está muy ajetreado hoy. Tiene trabajo, ¿no es verdad? Fui una molestia.

—No te preocupes por eso. La máxima prioridad de Ryuo ahora, es cuidar de ti. —El señor Kou se encoge de hombros—. ¿Qué te digo? La felicidad de nuestro Ryuo-sama es nuestra felicidad también. Desde la aparición de Tierra, Ryuo ha aumentado el número de comidas que ingiere, sonríe bastante y siempre está de muy buen humor. La actitud de Sei… Puede ser un poco ruda en ocasiones, pero son solamente celos. Ninguno de nosotros logró en cientos de años lo que tú estás haciendo por él en unos meses.

—¿En serio…?

—Sí… Además, me alegro de haber sido nombrado por primera vez en tanto tiempo. Había un “Favorito” que también llamaba a Ryuo con un nombre especial… Pero nunca nadie lo hizo con nosotros. Es la primera vez que un hombre decide no decirnos por el color de nuestra vestimenta. ¡Y es divertido que nos llamen Seki, Sei y Kou a cada instante! Me siento… Un poco orgulloso de lo que obtuve.

Kou es lindo cuando comienza a hablar así. Sin embargo, aunque estaba muy feliz por eso, lamenté profundamente que el apodo que les di fuera uno así de simple.

Debí pensarlo mejor, a profundidad… Aunque ya no puedo cambiarlo ahora.

—Oh, sí. Ayer… Lo que hiciste por mi cara… Kou-san, preparaste ese velo para que me sintiera más seguro de mí mismo al caminar por la ciudad, ¿no es verdad?

…Muchas gracias.

Kou parecía bastante satisfecho del regalo que me había dado. Bajó la cabeza y me mostró algo parecido a una reverencia profunda.

—Cuando llegamos a Lütbya por primera vez, no me di cuenta de que creamos una atmósfera bastante inusual. Te hice sentir muy incómodo y bastante triste… Ojalá te hubiese ayudado un poco más esa vez, me gustaría al menos ser de ayuda en este momento. Pienso, que en tu próxima visita con Ryuo debes ocultarte también y, tal vez, ir mostrándote de poco en poco.

—Gracias, Kou… Pero… Yo pienso que me gustaría ir solo, y que debo mostrar mi cara otra vez. Definitivamente.

—Tierra… Pero la gente de ese día…

—Le dije a Ryuo que me gustaría ir de nuevo con él a Lütbya, y así será… Pero, pienso que, si me sigo ocultando detrás de su espalda o con un velo largo, será como decirles a las personas que se burlaron de mí que tienen la razón y que no merezco que Ryuo me quiera… Merezco que me quiera, aunque sea solo por ahora. Así que no voy a dejarlos hablar.

Me corté el cabello.

¿Cuántos años han pasado desde qué comencé a llevar el flequillo sobre los ojos? Cuando estaba en Japón, arreglaba mi cabello yo mismo así que le dije a Kou que podía dejar de preocuparse por mí y dejarme solo… Pero preparó unas tijeras, me acompañó al baño y me cortó el pelo en la parte posterior de la cabeza.

El cabello castaño rojizo está todo disperso a mis pies.

En el espejo frente a mí, puedo ver que el área alrededor de mi cara está despejada. Ya no tengo patillas largas, ni flequillo y mis expresiones están más expuestas que nunca.

Es cierto, me veo igual que una serpiente o un reptil. Mi tez es pálida y poco saludable y el color de mis ojos es diferente del de los otros japoneses.

Aunque se trataba de mi cara, me tomó mucho valor mirarme directamente en el espejo. No. ¡Ya no hay necesidad de esconderme más! Ya no quiero ocultarme de nuevo. Esta es mi cara, no importa lo que digan, esta es mi cara. Está bien si me siento abrumado, y está bien si me dicen cosas malas e hirientes todo el tiempo.

Aunque me duela mucho… Al menos una persona en el mundo está allí conmigo, diciendo todo el tiempo que le gusta mi apariencia. Gracias a la existencia de gente que cree en mí, puedo volverme más fuerte.

Si quiero que me amen y deseo ser libre de amar, primero debo empezar conmigo.

En lugar de usar mi camisa y mi pantalón simple y blanco, decidí usar el traje nacional de Lütbya de ahora en adelante. No estaba seguro de cómo amarrar las cintas por mi cuenta y fue un poco complicado incluso ajustar los botones… Supuse que, si lo utilizaba todos los días, debería acostumbrarme con el paso del tiempo.

Después de cambiarme de ropa, fui a mi escritorio. Hoy, la cerámica con forma de plato que Ryuo me compró en una tienda de arte popular, está posicionada justo en el centro. Una pintura bonita que representa a Ryuo y también, que plasma a las tres ranas… Con solo mirar esto, puedo recordar vívidamente los momentos que pasamos ayer y soy capaz incluso de juntar un poco más de fuerza.

La habitación se siente un poco más como si fuera mi habitación. Estoy feliz.

Al lado del plato hay un pequeño peluche de oso rosa que no me pertenece… Tal vez deba tirarlo a la basura. Era mi pequeño recordatorio, algo que decía: No importa cuánto te elogie Ryuo, no dejes que se te suba a la cabeza. No olvides que eres odiado y repudiado completamente fuera de este castillo.

Comencé a escribir un diario, así que el libro también está allí.

Como era la primera vez que escribía con un tintero y una pluma de ave, fue bastante difícil hacer dos líneas perfectas sin que toda la tinta se corriera y formara manchas terribles. El papel estaba todo sucio y era difícil de leer… Pero supuse que estaba bien y que no importaba. Es mi diario, y no planeaba mostrarlo a nadie más. Lo que le pregunté a Kou-san fue si podía darme algo para que pudiera pegar un mechoncito de mi cabello a la hoja que tenía la fecha de hoy. Mantendré un registro de todos los recuerdos. Los de ayer y los del castillo de Shirasagi. Del Rey Dragón y de las ranas. Sobre la primera persona en darme su amor y sobre los seguidores de esa persona que me aceptan siempre.

Quiero estar contigo todo el tiempo, Ryuo… Pero después de unos meses o quizá en unos años, definitivamente me iré de aquí. Es algo que siento. Un presentimiento, posiblemente. Al final, al menos tendré mi diario para leerlo cuando ya no te tenga… O para que lo leas tú cuando yo ya no esté aquí contigo.

Incluso si estoy solo o si tú estás solo en el futuro, si tenemos un registro de lo que estoy haciendo hoy y de lo que hicimos, podremos crear recuerdos felices una y otra vez. Quiero escribir entonces, con el mayor detalle posible.

En mi perspectiva, han pasado menos de cinco meses desde que estoy en este castillo de abedul blanco. Si lo calculo considerando la cantidad de días que llevo anotando en el diario y trato de sumar, supongo que sabré el tiempo que fluyó en este mundo que es ligeramente diferente de la tierra… Y me prepararé para lo que sea que venga hacía mí.

Me corté el cabello y me dejé expuesto. Es divertido sentirse positivo y registrarlo en un lugar que tiene bastantes recuerdos oscuros y conmovedores de mi vida.

Me llamaron a cenar, así que fui al salón donde comíamos siempre.

Ryuo estaba en el pasillo, descansando en medio de una alfombra gigante mientras extendía las patas. Cuando me vio, se puso de pie con asombro y se acercó rápidamente hasta llegar frente a mí.

Debido a sus alas, el impulso de su movimiento causó un viento potente que casi me arranca del piso.

—¡Riku! ¿Te cortaste el cabello?

—Sí.

—¡Se ve genial! ¡Te ves muy lindo!

Ryuo de repente movió su mano con garras afiladas frente a mí, y al momento siguiente se convirtió en un humano otra vez para sostenerme y levantarme entre sus brazos. Me da vergüenza mirarlo cuando estamos de esta manera.

—¿No es extraño?

—No es extraño en absoluto. Siempre he pensado que el cabello que cubría tu adorable rostro estaba de más. Ahora, finalmente puedo ver la expresión de Riku en cualquier momento. Cuando yo quiera.

El Rey Dragón, que parece ser extremadamente feliz con la visión de mi rostro, me abraza con fuerza y pregunta:

—¿Tu cuerpo está bien ahora?

—Todavía tengo dolor muscular… pero supongo que estoy bien. Nada de qué preocuparse.

—Está bien. La ropa que tienes es de Lütbya, ¿no es verdad? ¿Por qué tan elegante el día de hoy?

—Eso es porque… Ryuo dijo que esto se veía bien en mí. Estoy usando este atuendo porque te quiero.

Pensé que sería más sencillo admitirlo ahora, pero sinceramente estoy muy asustado. ¿Qué debo hacer si siento que estoy enamorado de esta manera tan intensa?

—Y tenía la razón.

—Gracias…

—¿Por qué no me has llamado Rui?

—Eh… ¿Puedo llamarte Rui aquí también?

—¿Qué quieres decir con aquí también? Quiero que todos me llamen por el nombre que me dio mi amado Riku.

—Pero… ¿Todos? Oh, no. ¿Frente a las ranas también?

—Riku… Llámame por mi nombre una última vez. ¿Quieres?

—Rui…

—¿Escuchaste lo encantador que suena? Es especial, ¿o no es verdad? Me encantaría que me llamaras de esta manera en todos lados así que… Dime qué aceptas. Por favor.

¿Realmente está bien? Según Kou, otro “Favorito” solía llamar a Ryuo con un nombre especial en el pasado así que… Yo…

—¿Riku?

—Está bien, Rui.

De alguna manera, estaba tan feliz que mi boca se volvió floja y mi cara mostró una expresión absolutamente sonriente.

Solía esconder mi boca con mis manos cuando estaba en la tierra, pero no necesitaba hacer eso ante él. Ya sabía que en lugar de mirar mi sonrisa y sentirse enfermo por eso, iba a sonreír amablemente… Junto conmigo…

En Japón, siempre me desagradaba que me miraran fijamente cuando reía o sonreía así que me hacía muy pequeño al estar en grandes multitudes. Para no hacer sentir incómodas a las personas y no sentirme mal conmigo mismo, me abstuve de hablar o hacer algo que me hiciera abrir la boca.

Frente a Rui… Puedo decir lo que pienso y puedo actuar como se me dé la gana. ¡Qué cosa tan maravillosa es ser como uno es! Actuar sin decorar nada.

Cuando pienso en esto, no puedo decir si mis sentimientos son de amor o si solo es debido a que alguien es muy amable conmigo por primera vez en toda mi vida. Sin embargo, no quiero dejar la comodidad de estar en sus brazos, no quiero que deje de besarme o de pensar en mí… Supongo que también soy bastante egoísta por desear eso.

Me limpié las lágrimas que se habían desbordado por mi cara y oculté mi cabeza sobre su pecho. No tenía ganas de darle explicaciones ahora.

Tenía miedo.

Pero si te paras frente a una puerta enorme para cruzar desde el castillo de Shirasagi a Lütbya, seguramente la sensación no puede ser distinta.

La última vez que atravesé la puerta frente a mí, la pasé terriblemente mal. Estaba expuesto a la curiosidad y a la aversión de toda la gente de Lütbya y ahora, estaba seguro de que iba a pasar exactamente lo mismo.

Pero, por Rui, supuse que debía ser muy fuerte y hacerlo de una vez por todas. Respiré hondo y lo decidí.

Abrí la puerta…

Parece que está lloviendo.

Mis pies mojados pasan a través de las vidrieras y hacen un ruido bastante particular… No había nadie en la sala circular, pero hay otra puerta enfrente de la puerta por la que pasé. A partir de ahí, seguramente encontraré a alguien y, como siempre, no creo estar completamente listo para que eso suceda.

Respiro.

Camino hacia el altar.

¿Es este el lugar donde se sirve la comida del Rey Dragón? No hay nada ahora. Supongo que se debe a que está acostumbrado a comer de una manera diferente de la mía mientras que yo, cuando estoy dando vueltas por allí, me la paso comiendo bocadillos y dulces de azúcar acompañados con té. Algo que siempre colocaban en la cocineta del castillo de Shirasagi.

El centro del altar, que está elaborado con mármol blanco y plata, puede estar vacío pero los alrededores aún se sienten frescos. Hay velas encendidas, incluso aunque es de día.

Un magnífico y hermoso altar exótico.

Es fascinante… Y tal vez algo decepcionante. Si no viene nadie, no dolerá y estaré muy feliz. Pero de esta manera no puedo avanzar. ¿De qué sirve tratar de superar mis problemas si nadie coopera conmigo? En ese momento, traté de encontrar a alguien y caminé alrededor del altar. Me adentré más en el templo.

La puerta entonces se abrió y entraron por ella dos pequeños niños. Estoy familiarizado con la cara de uno. Es el príncipe de este país, con quién ya tuve una especie de confrontación antes… Mientras ellos salían al pasillo, hablando de algo aparentemente importante, se dieron cuenta de que estaba parado en la parte posterior del cuarto y se detuvieron casi por completo al no encontrar alguna otra cosa que hacer… Abrieron más los ojos.

—¡Tú…!

La mirada del príncipe comenzó a arder de odio en poco tiempo. Dejó caer el ramo que tenía en la mano, fue directo hacia mí y agarró mi pecho con unos pequeños dedos delgados.

Sí, era justo como la primera vez.

—¡¿A qué vienes?! ¡Gracias a ti, Teseicia está llorando!

El niño que entró en la habitación con el príncipe, dejó su ramo en el suelo y se aferró a él.

—¡Elmia, para!

—¡Vidal, no te metas en esto!

—¡Tonto! Esta persona es el favorito del rey. ¿Qué crees que vas a hacer? ¿Golpearlo para hacer que vengan y te maten?

—¡¿Y eso qué te importa?!

Con suavidad, pongo mi mano sobre la mano del niño que agarra mi pecho… Cuando lo hice, inmediatamente se separó y comenzó a sacudirse como si estuviera muy sucio y le causara todavía más repulsión que la de hace un momento.

Aunque es la reacción que esperaba, ciertamente ahora no tengo tiempo para esto.

—El sacerdote, ¿está aquí? ¿Podrías llamar al señor Custadio?

—Huh. ¿Crees que vendría aquí solamente por ti? ¿Te consideras muy especial?

¡¿Qué es lo bueno en ti?! Ha pasado mucho tiempo desde que llegaste con el rey.

¡Es diferente de la tradición!… ¡¡Debió haberte dejado de lado hace ya bastante!!

—Pues yo…

—¡Un humano feo que se ve como un lagarto no puede ser un “favorito”! Desde hace un tiempo no había forma de encontrar a uno, entonces ¿por qué de pronto tú…? ¡¡Maldición!! ¡El nuevo héroe nos prometió que se había encargado de ti!

—… ¿Perdón? —No estoy seguro de las palabras del príncipe. ¿Habló de un héroe? —¿Qué quieres decir con…?

—Espero que lo disfrutes mucho ahora. ¡Porque él aparecerá por encima del Rey Dragón para mostrar su autoridad! ¡No pueden estar paseando felizmente por Lütbya sin recibir castigo por volvernos miserables!

Aparecerá por encima del Rey. ¿Es una autoridad? ¿Es debido a que está llorando la hermana mayor de este chico que dice cosas sin sentido? No puedo conectar la historia correctamente. ¿De qué me estoy perdiendo? ¿Héroe? Un héroe…

Cuando estaba a punto de preguntar algo más, una voz tenebrosa se escuchó a mis espaldas. Casi gritó:

—¡Elmia, no me hagas castigarte y sacarte de este templo! ¿Quieres qué sea así? ¿Dónde están tus modales?

El sacerdote del templo de Recatovia está finalmente aquí, regañando al príncipe y observando todo con una mirada bastante aguda y autoritaria.

Era Custadio, con quien quería hablar desde el inicio.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *