El favorito del Rey Dragón
Capítulo 19
A pesar de estar ocupado, Rui consigue tiempo cada pocos meses y me lleva a Lütbya para que podamos pasar la mayor cantidad de tiempo juntos.
Un Rey Dragón, el que antes no había aparecido en el mundo humano durante cientos de años, vuela por el cielo con su favorito en la espalda. ¿Qué tan raro es? ¿Qué tan importante debo ser para él?
Me da un cariño exuberante, un comportamiento extraordinario y yo, diariamente, solo pienso en lo maravilloso que sería si pudiera devolverle algo equivalente a lo que él me da a mí.
Después de graduarme de la escuela preparatoria habría abandonado mi casa y vivido en una tierra lejana donde nadie sabría ni siquiera mi nombre… Pero, por primera vez en casi dieciocho años, estoy esperando ansiosamente por pasar el resto de mis días en un solo lugar. ¡No hay insatisfacción con la idea de vivir para siempre en el castillo de Shirasagi, con mi Rui y con las ranas!
Interactúo con él, con la gente, entiendo y disfruto de la diversión de construir relaciones… Estoy de verdad muy feliz. Tanto que si un día alguien viniera y me dijera que estos días han sido simplemente sueños locos, lo creería. Me parecería lo más razonable, a decir verdad.
Siento… que no puedo volver a vivir solo. No quiero volver a vivir solo.
—¿Es verdad? Entonces, ese será mi último recurso.
—Pero déjalo ya, no es necesario que te estés esforzando tanto… No creo que la información que ni siquiera yo conozco, esté detallada en los libros de aquí.
Me quedé en silencio.
Siempre deambulo por este mar de libros, cada instante que tengo libre, buscando información de él y de su vida. Cualquier pequeña cosa.
Información que ni siquiera yo conozco.
Se dice que el Rey Dragón nació en este mundo cuando su predecesor murió, vino de un huevo. Sabía desde el momento en que respiró cuál sería su papel y las cosas que tendría que realizar para mantener las cosas fluyendo… Junto con él, se crearon unas ranas que le sirvieron como compañía e inmediatamente después, fue capaz de gobernar todos los mundos.
En solo unos meses ya era un adulto.
—Tengo recuerdos de las últimas generaciones, sé cuánto tiempo viví y lo que he hecho… Pero por alguna extraña razón todo se siente nebuloso. Mi conocimiento es vago…
—¿Sabes cuándo va a terminar tu vida? —pregunto, pensando que posiblemente no sería posible… Pero Rui asintió.
—Sí.
—Bueno, ¿cuándo?
—Cuando nazcan mis hijos… Con la próxima generación de huevos, sabré que mi vida ha comenzado a expirar.
—Huevos…
Escuché que Rui ha vivido 2,000 y un poco más de cientos de años. Algunos Reyes dragones tienen una vida útil de aproximadamente 800 años mientras que otros han vivido 8,000 años.
—Y, ya estoy bastante cansado… O lo estaba. No sé cómo explicar todas las cosas desastrosas que he tenido que pasar una y otra vez… No voy a morir pronto y yo, por esa razón, deseaba tanto desaparecer.
Estoy seguro de que ya estaba llorando.
Rui me abrazó a toda prisa y dijo:
—Oh, no llores. No es para tanto… Ahora, ya que te tengo aquí conmigo, me alegro mucho de no haberme rendido y seguir todavía con vida. Pienso que así tenía que ser.
—Rui…
Pero, como humano, te dejaré y desapareceré… Y entonces volverás a pasar tus días solitarios y vacíos y ocasionalmente, estarás luchando con la necesidad de destruir el mundo.
Lo siento tanto.
Envolví mis brazos alrededor de su amplia espalda y apreté los puños con bastante fuerza. De ninguna manera quiero que su muerte sea así, tan triste y por esas causas lamentables… Es mi amado dragón después de todo. El hombre por el que voy a esparcir los libros que sean necesarios en busca de las condiciones bajo las cuales pueda ser muy, muy feliz. Aunque sea sin mí.
En la biblioteca, si las colecciones se transfieren y aumentan, simplemente se dejan así como están.
Encontré un libro de magia al lado de un diario de puericultura, y un libro de medicina que detallaba el cuerpo y la anatomía normal de las sirenas.
Ocasionalmente, también encontraba algo así como colecciones de arte de primavera y libros sobre los distintos tipos de hierbas existentes.
Los libros no están organizados, no tienen clasificación y tienen títulos complicados en el lomo. Verificaba el contenido y luego lo tiraba por allí.
Ryuo.
Vida.
Alternativa.
Combatir.
Tristeza.
Evitar. Destrucción.
Mi búsqueda de esas palabras es casi humorística y creo que se ve terriblemente estúpido. Tanto Rui como las ranas me han dicho varias veces: “¡Detente!” “No vale la pena”. Y yo siempre pongo excusas y digo que es algo como mi hobby.
Sé que la probabilidad de llegar a esa información es igual a cero… Pero solo quiero invertir mi tiempo y convertirlo en “tiempo dedicado a Rui”.
—Si hubiera un libro que tuviera las condiciones que se necesitan para tener descendencia, podría ser una pista para descubrir en qué momento comenzarás a envejecer y cómo podemos sobrellevarlo.
—Bueno, no puedo negar esa posibilidad… —Tuve que recurrir a Rui porque necesitaba que dijera que mi teoría no era tan extraña como lo parecía—. Debe de haber un libro por allí… Tienes razón.
—¿Cierto? ¿De verdad lo crees?
Simplemente estoy feliz de que Rui respalde mi idea, aún si es para que me calme un poco y deje de actuar tan extrañamente desesperado.
Él entonces envolvió mi mano alrededor de la mía.
—Pero no tienes que buscarlo con las puntas de los dedos así de sucias y heridas.
—Oh …
Dado que el castillo se mantiene limpio en todas partes con ayuda de un poder misterioso, no hay polvo, bichos, ni telarañas… Pero están escritos con tinta vieja, carbón y varios tintes que parecen más bien ser el jugo de algún árbol. Las puntas de mis dedos se ensuciaron por tocar tantos libros durante el día, probablemente porque me detuve mucho tiempo sobre los caracteres impresos.
Sucedió que mi piel estaba irritada y mis dedos habían comenzado a sangrar.
—Puedo limpiar la tinta, pero no puedo curar tus heridas… Deja que Seki te trate. ¿Está bien?
Me quitó la cuerda que estaba atada a mi cintura y al momento siguiente, ya estábamos en el comedor.
Como siempre, a Rui le gusta alimentarme con sus propias manos. Mientras Seki aplicaba el yeso y los vendajes contra mis dedos, terminé mi comida y después, me invitó a ponerme justo encima de sus rodillas… Ya estoy acostumbrado, así que me levanto y me monto sobre él con las piernas cruzadas.
Es vergonzoso ser un adulto y comer en el regazo de un hombre como él, pero… Al comer la comida que me lleva a la boca con la mano, Rui sonríe de una manera completamente feliz.
Me ama, realmente estoy seguro de que me ama bastante.
Después de comer aproximadamente la mitad de la comida que fue preparada para mí, vino una rana y me ofreció una fruta pelada que estaba acomodada en un plato hondo. Ahora, ya aprendí que se llama Tunnel.
—Es mejor comer esto si se quiere curar las lesiones humanas rápidamente.
—Gracias, Kou.
Tengo mucha picazón. Al parecer, tengo alergia a la tinta y tal vez mi piel es más débil de lo que pensé alguna vez.
Cuando estoy enfermo, cuando estoy herido y cuando Ryuo tiene tanto sexo conmigo como para que me pueda mover… Comía Tunnel. La gente de Lütbya ni siquiera sabía que existía. En realidad, es el alimento básico de las ranas por lo que hay un huerto dentro del castillo, donde ellas lo cosechan personalmente.
Rui recibe el plato, toma la pulpa con la punta de los dedos y me la lleva de inmediato a los labios.
El Tunnel es delicioso y me siento bien de poder comerlo ahora porque siempre me siento mejor justo después. Pero cuando lo como, parece que estoy bastante borracho… No puedo comparar las cosas porque nunca he bebido alcohol, pero la temperatura se propaga como un fuego en mi cuerpo y siento una sensación extraña. Igual a que si flotara.
—Riku, aquí cariño. Lame el jugo que queda en mis dedos.
—Sí…
Lamiendo el jugo que goteaba hasta su muñeca, Rui se sacudió como si le estuviera haciendo bastantes cosquillas.
—Cuando comes Tunnel, eres más atrevido de lo habitual.
Su pulgar divide mis labios…
Como un perro entrenado, mi lengua se arrastró, subió, bajó, lo chupó y luego, solo gemí. Dije:
—Rui, más…
Inesperadamente, Rui, con las pupilas de un dragón, me miró por última vez antes de moverse a su habitación en un abrir y cerrar de ojos.
Después de comer Tunnel, tanto mis pensamientos como mi cuerpo parecen estar bastante calientes… Me siento mucho más sensible de lo habitual.
—Ah… Ah…
Debido a mi borrachera, todo mi cuerpo era descuidado y suave y el lugar en el que siempre lo aceptaba se sentía empapado. Tal vez era gracias a algún tipo de bálsamo.
—Rui, toma mi mano. Por favor…
—No, te lastimaste las yemas de los dedos hace un rato. Si te tomo de las manos, será mucho peor después.
—Pero, yo…
Mis manos vendadas se cruzan sobre mi abdomen y mis muñecas son entonces retenidas por un bulto de agua que Rui crea de la nada.
No puedo limpiar las lágrimas que se están derramando por mis mejillas ni la saliva que se derrama rápidamente de mi boca. Rui sonrió y luego comenzó a acomodar mis pezones en sus labios.
Naturalmente, después entra su pene.
Se siente terrible cuando mueve las caderas mientras me lame el pecho.
—Uh, ah… No, no. Allí. Lo quiero allí.
—Riku, ¿estás seguro?
—Sí, sí…
—Oh, increíble… Yo también me siento bien cuando golpeo en esa parte.
Rui me da una palmada en la cintura, colocando sus labios justo encima de los míos.
Las lenguas se entrelazan en nuestras bocas mientras se agitan. Los sonidos húmedos reverberan en el espacio vacío, me estimula el placer tan constante e intenso y después, Rui levanta su boca y rápidamente eleva mi pierna.
Acelera sus golpes.
—Ah, ah… No, Rui. Eh… Ah. ¡Ah!
—Ya estoy …
—Sí, yo también …
Me encontraba eyaculando sin estimulación directa de mis genitales, aunque estaba seguro de que mi ano no dejaba de temblar. Mis muslos se encogen en pequeños espasmos y el líquido blanco gotea hasta mojarme todo el vientre.
El Rey Ryuo liberó su deseo mientras gemía, probablemente porque había conseguido apretarlo de más.
—AH…
Es una explosión de calor que se extiende en el interior de mi cuerpo.
Rui me frotó la cintura varias veces como si temiera que me estuviera doliendo y luego, cayó sobre mí. La piel sudorosa se adhiere a la mía, sus dedos me sostienen… Es pesado, pero a la vez es tan cómodo que quiero abrazarlo, sujetarlo con ambas manos y no dejarlo ir… Pero mis muñecas no están libres.
Puse mis pies en sus caderas y lo atraje un poco hacia adentro.
—Mi Riku …
Por un momento, un suspiro áspero se quedó resonando en la habitación.
Después de que la respiración del Rey se calma, mis manos finalmente se liberan… Estaba tan adormilado que no podía quejarme de haber sido privado de mi libertad. Solo quería quedarme dormido con el resto de su aroma. Quería acurrucarme en él, tanto tiempo como fuera posible.
Rui todavía parecía insatisfecho, pero me acarició la mejilla y dijo:
—Estuviste caminando por los archivos todo el día, parece que estás de verdad muy cansado—. Y después, como si estuviera preocupado, agregó—: Tengo algo que decirte.
—¿Qué…?
—Voy a estar ocupado por un tiempo. No creo poder dormir contigo en algunos meses…
—¿Por qué…?
Creo que logró despertarme por completo.
Desde que fui convocado al castillo de Shirasagi, solo ha habido unos pocos días en que no fui a la cama con él… ¡Era la primera vez que no podía estar conmigo y que se disculpaba por adelantado!
—Los eventos inesperados están progresando aceleradamente, uno de los ocho mundos debe ser destruido.
Destruir un mundo.
Justo lo que no quería que pasara.
Cuando escuché por primera vez que el Rey Ryuo había destruido el mundo hasta el punto de la ruina, primero pensé que era una mentira… Pero ahora puedo imaginarlo a la perfección.
Muchas civilizaciones y vidas viven en cada uno de los ocho mundos… Y Rui es un Dios. A veces destruye el mundo y, por otro lado, trasciende la inteligencia humana, desborda alegría y extiende bendiciones inconscientemente. Es tan difícil pensar que sean la misma persona y que diga algo que implica la muerte como si nada.
—… ¿Qué pasó para que quieras destruirlo? ¿Todos los seres vivos que viven allí serán asesinados?
—… ¿Tienes miedo?
Sacudí mi cabeza.
Mis emociones más complicadas estallan en la figura de Rui, quién es el que más me importa en el mundo y el que espero no llegar a dañar con mis palabras innecesarias.
Pero de todos modos pienso en los humanos, razas y criaturas que no son “favoritos”. ¿Son los seres vivos simples cosas para él?
—No le tengo miedo a Rui. Solo me preguntaba… ¿Por qué haces eso cuándo te dije que no había necesidad de destruir?
Es horrible… Tanto que verdaderamente no lo logro entender.
—Riku, hay un mundo donde el escape de moléculas extrañas no se ha detenido… Y estoy seguro de que va a ser devastado, aunque no intervenga yo. No creo que pueda recuperarse hasta… Hasta que sea destruido y reconstruido otra vez.
Moléculas extrañas. Destruido.
¿Qué tipo de situación irregular está sucediendo en cualquiera de los ocho mundos que necesite de esta acción tan severa? No podía decirle nada. El rey estaba tratando de hacer lo que tenía que hacer, según lo veía más conveniente.
—Riku… Eres amable y misericordioso, pero yo no soy así. No puedo. Lo siento, no debería haber hablado de más contigo.
—No. Yo fui quién preguntó.
Rui arrugó las cejas como si estuviera sintiendo dolor en la cabeza.
—Las cosas que están sucediendo ahora son muy especiales. No soy como un desastre natural que destruye todo rápidamente… Tomará tiempo. Y, la verdad es que cuando miro tu expresión triste, quiero frenar los ideas y dejar que el mundo viva… Y eso sería un caos. No funcionará así. Tengo que destruirlo y para eso necesito dejar de verte.
Entonces… Le estorbo.
Entonces decide dejarme.
—¡No pongas esa cara! ¡Maldita sea al menos tendrías que comprenderme un poco! Deberías comprender, que lo hago por nosotros. Solamente por nosotros.
—… No lo entiendo. Honestamente, ahora siento que de verdad todos mis esfuerzos por comprenderte siempre fueron inútiles.
Rui pareció sorprendido y llamó mi nombre.
—Riku…
—Entonces yo tampoco quiero ver a Rui.
De repente, Rui deja escapar una extraña risa de su garganta. La vibración se transmite a través de su piel.
—¿Por qué te ríes?
A pesar de que estaba hablando en serio, Rui se dio la vuelta y me miró como siempre lo hacía. Muy dulcemente. Con bastante amor.
—Me gustaría que fueras más honesto conmigo. Yo realmente no entiendo lo que piensas la mayor parte de las veces. Siempre dices que eres feliz de pasar tiempo en Lütbya… ¿Por qué entonces estás cubierto de libros todo el tiempo? ¿Eh? Me serviría más si dejas de fingir que la pasas bien.
—… ¿No vale la pena averiguar sobre la vida de Ryuo entonces?
—Dime, ¿eres feliz?
—… Ya no lo sé.
Baja las cejas y estrecha los ojos. Su mirada me dice, elocuentemente, que debería callarme y tal vez, solo amarlo.
Luego, me besó.
—No quiero pelear contigo. Mi corazón está lleno porque tú estás cerca de mí… No quiero ir y hacer las cosas que hago, te lo juro… Es mucho más beneficioso pasar tiempo contigo.
Rui da un pequeño suspiro.
Fui abrazado, unido a su pecho desnudo mientras mis mejillas se quedaban estampadas contra su piel… Mis párpados están pesados. Realmente muy pesados. ¿Estoy cansado de caminar por la biblioteca durante todo el día?
Justo antes de que caiga en la oscuridad, él dice: “Es necesario”. Y después de eso, en realidad ya no puedo recordar nada.