El favorito del Rey Dragón
Capítulo 11
El señor Custadio se acerca dando grandes zancadas y se interpone entre el príncipe Elmia y yo.
—¿Acaso fue insuficiente el sermón anterior?
—¿Por qué usted…?
—¿Por qué? ¿Vas a poner excusas para seguir ocupando un lenguaje tan incorrecto?
—¡Custadio! ¿Es él más importante que mi hermana? ¡¿Es más importante que yo?!
No sé lo que están haciendo debido a la amplia espalda de Custadio frente a mí. Pero contesta:
—No apeles a un sentimiento tan infantil como poner aliados o enemigos en este partido. Este niño es el favorito de Ryuo. Como presidente del Templo de Recatovia, tengo que decir que cualquier movimiento para rechazar a Tierra-sama puede considerarse una rebelión contra el país. Su Alteza Elmia, ¿será usted parte de la familia real o será parte del problema?
—… No importa lo que pienses, Teseicia sería mucho mejor…
—¿Es apropiado decir eso? No es la idea de su apariencia lo que debe importarte, Ryuo eligió a esta persona como su “favorita”. No se trata de ti. Ryuo se ha manifestado en nuestro mundo por primera vez en muchos años y nos dio una lluvia de gracia. No hay duda de que este es su favorito y lo será por mucho tiempo más, te guste o no. Ahora, pide disculpas a Tierra-sama por la grosería anterior, recoge tu ramo y abandona este templo.
El señor Custadio mueve sus manos y me sostiene para alejarme de él. Cuando vi al niño, tenía lágrimas en sus grandes ojos claros y parecía incluso estar a punto de derrumbarse en su lugar.
—No, no admito a este tipo aquí… Porque… Es por eso que Teseicia está triste…
—Alteza, por favor. Ya es más que suficiente. —La voz del sacerdote está enojada de nuevo—. Tierra-sama está poniéndose incómodo.
—No, está bien. ¿Por qué es que Teseicia-san está tan triste?
—Tierra-sama, tiene que venir conmigo fuera del templo. Le prometo que se lo explicaré a detalle más tarde.
El señor Custadio fue muy amable conmigo, pero quería saber de este príncipe por cuenta propia.
—Príncipe, yo… Creo que puedes verlo, no soy un ser humano de este país así que me cuesta un poco de trabajo entender las cosas que ocurren a mi alrededor. No sé qué tan genial es Ryuo-sama para ustedes y realmente no entiendo todavía lo que significa ser un Favorito. Hubo… ¿Algún problema para ti por haber venido aquí con Ryuo el día anterior?
No importa que sea un niño, estoy nervioso por hablar con una persona tan importante que, además, es llamada “Príncipe”.
Después de que el silencio confuso desapareció, el príncipe abrió la boca:
—… ¿De dónde eres?
—Soy de un país llamado Japón.
—Cuando llegaste aquí por primera vez, te gritamos un poco, ¿Así que te enojaste con nosotros y fuiste a decirle todo a Ryuo-sama? ¿Llegaste con él para amenazarnos?
—Realmente estaba triste por eso…
El día que visité Lütbya por primera vez… Me rodearon muchas personas, me vieron de una manera incómoda y, recordé entonces que el rey y su hijo comenzaron a pelear conmigo. Diciendo que su hija era mejor, que yo era un ser horrible. “¿Él es el favorito?”. “¿Dejó a Teseicia por un hombre lagarto?”. “¿En serio?”. Es una experiencia muy difícil llena de mucha mala fe. Pero no podía evitar…
—No estoy enojado. Comprendí que la gente aquí no me acepta, no es algo nuevo… No dije nada sobre ello. Ryuo me llevó a pasear, me dijo que le gusta mucho este país.
—¡Eso es mentira!
—Eso es cierto. Ryuo es amable, demasiado amable. Estuvo ocupado todos estos años y no tuvo tiempo para ver este país, mucho menos el mundo… Pero aceptó hacerlo conmigo. Por esa razón, si hay una persona aquí que esté triste por mi culpa y por lo que hicimos, quiero que me expliques adecuadamente. ¡Si he hecho algo mal, me disculparé!
—…
El príncipe se frota la cara… Sin embargo, las lágrimas en sus ojos parecían haber incrementado de una manera bastante confusa y alarmante. Como no hubo respuesta para mí, comencé a pensar que no lo había manejado adecuadamente.
El señor Custadio puso su mano sobre el hombro del príncipe y le dijo en voz baja:
—Elmia, tienes que enfriar tu cabeza antes de que esto se vuelva peor. Vidal, ¿lo acompañas de regreso al palacio?
—Sí… Vamos, Elmia.
El niño que observaba la situación desde un lugar remoto, se acerca, toma la mano del príncipe y se lo lleva justo como se le ordenó.
No me di cuenta porque me estaba concentrando en la conversación con el príncipe, pero había cuatro hombres con ropa del sacerdocio cerca de la puerta y viéndome fijamente a mí. Parece que estaban analizando el progreso que teníamos. Inmediatamente antes de salir de la puerta de la habitación, el Príncipe Elmia me miró una última vez, pero se fue con el otro chico sin decir ya nada.
Después de todo, ¿es realmente mi culpa que su hermana esté tan triste? Como la pregunta sigue sin resolverse dentro de mi cabeza, me siento frustrado y bastante estúpido también.
—Gracias por su paciencia, señor Tierra. Y tengo que decir, que estamos verdaderamente felices por su regreso.
El señor Custadio bajó la cabeza y se inclinó. Me sorprendió que los cuatro sacerdotes hicieran lo mismo y después, fue incluso más extraño que me pidieran que los siguiera. Comportamientos así me parecen todavía bastante inquietantes.
—Por favor, perdona la grosería de nuestra gente en la última visita. Me disculpo, en nombre de toda Lütbya.
—No, no bajes la cabeza…
—No es suficiente disculparse con palabras. Necesito que entienda lo mucho que me arrepiento de esto, incluso si yo actué mal la primera vez.
Es cierto, el dolor seguía estando allí… Pero también lo hacía la alegría de las criaturas que vivían en el mar y las palabras amables de la gente de la ciudad. Los brazos de Ryuo, las risas de Ryuo. Fue divertido, como un festival. No estaba enojado ahora.
—Lütbya estaba pasando por una estación seca verdaderamente alarmante. Tanto que pensamos que Ryuo finalmente había decidido acabar con nosotros. La lluvia es rara y preciosa para nuestro pueblo… Y mira, ha caído desde ayer. El río está húmedo y los corazones de las personas están alegremente agradecidos. Gracias a ti, la apariencia de los sentimientos de Ryuo cambió. Me gustaría expresar mi sincero agradecimiento a Tierra-sama, es obvio que tú nos diste esta lluvia.
Y sonríe, se arrodilla y provoca que se vea mucho más apuesto que antes. Su piel, que antes me parecía algo amarillenta, ahora se ve morena, saludable y acentuada por unos ojos grandes y varios rasgos claros. También es genial verlo con ese atuendo de telas coloridas y brillantes con muchos adornos preciosos que cuelgan elegantemente. Si nos comparamos, entonces es obvio el por qué la mayoría no me acepta.
Me aproximé de nuevo e hice que Custadio me mirara. Oh, creo que estamos muy cerca. La sensación de distancia se ha reducido demasiado y hace que sienta la cara muy caliente. Avergonzado y todo, digo:
—Podré ser el favorito de Ryuo, pero solo soy un humano. Tráteme como de costumbre, como a cualquiera. Si se arrodilla todo el tiempo, me siento nervioso y ya no puedo hablar. De hecho, casi olvido lo que quería decirle.
—¡Oh, lo siento!
Cuando el señor Custadio se levantó rápidamente, dio instrucciones a los hombres que lo rodeaban.
—Ontius prepara un lugar confortable para poder hablar con Tierra-sama en mi oficina. Teno, Regilio, se encargarán de las ceremonias religiosas de hoy. Sigis, tú sígueme.
Salí del pasillo y fui guiado a la oficina del señor Custadio. Por fuera parece ser un lugar lujoso, pero el interior de la sala es simple. Hay un escritorio con un profundo sentimiento de ser de diseño oriental y una mesa casi en la esquina.
Seguía lloviendo fuera del gran ventanal.
—Tierra-sama, lo que dijo con el príncipe fue muy interesante. Viene de, ¿dónde? ¿Japón? ¿Cómo fue convocado por Ryuo?
El señor Custadio hizo una pregunta extraña con una sonrisa en su rostro. Cerró las cortinas y luego me invitó a tomar asiento con un movimiento ligero de su mano.
—Sí… Fui convocado con mi hermano a uno de los mundos en donde Ryuo reina. Para ser honestos, volverme su favorito fue un accidente.
Tan pronto como respondí, noté que Custadio se doblaba sobre su abdomen, apretaba ambos puños… Incluso tembló. ¿Qué pasa? ¿Dije algo muy extraño? ¿Qué debo hacer? Aquí en Lütbya, Custadio era la persona que tenía más probabilidades de entenderme. Aunque supongo que, en primer lugar, en este mundo no puedo entender el comportamiento de las cosas utilizando únicamente el sentido común.
Me pregunto si es mejor cerrar la boca todo el tiempo.
De repente, Custadio-san comenzó a pronunciar algo con una voz baja que reverberaba desde el fondo de su pecho “Jaja”, de repente comenzó a reír con ganas, como si fuera una explosión inesperada.
—¡Jajajajaja! Oh, Ryuo. ¡Eres tan lindo! Queriendo pasar desapercibido, actuando como si no supieras nada. ¡Todo pasa por algo! Que vinieras es obviamente el plan de los dioses. ¿Cómo si no serías el compañero perfecto de nuestro Rey? —Custadio me miró, y acomodó sus manos como si estuviera haciendo oración, una palma junto a la otra—. ¡Tierra-sama, qué preciado favorito eres! Entiendo que te quiera tanto.
Delante de mí, el hombre que parecía que me adoraba, me observaba con los ojos bien abiertos. Parecía ser honesto.
—Tierra-sama. Todo es parte de un plan mucho más grande que nosotros, incluso que el Rey Dragón. Ya todo está escrito, tu vida aquí, las cosas grandiosas que harás, la vida que engendrarás, cómo terminarás… Estaba confundido por tu apariencia. ¡Pero ahora entiendo que todo tiene sentido! Eres hermoso por tu corazón, tu alma y por la gentileza que te provoca envolver a todos sin condenarlos. Estoy impresionado. Por favor, por favor, comparta sus enseñanzas futuras a este, su cordero ignorante y lamentable.
Bueno… Alrededor del 80% de lo que dice Custadio no está claro para mí. Aunque lo traduzco, habla en otro idioma y sigue siendo difícil. ¡Y sigo preguntándome constantemente si mi cerebro me está dando la información equivocada! Tal vez haber estado tanto tiempo en el castillo de abedul finalmente me fundió las neuronas.
—…Director, Tierra-sama está confundido.
Quién habló ahora, fue el sacerdote que había estado con él en esa habitación. Al que le dijo que lo siguiera… Sigis, ¿es ese su nombre? Sabía que era un hombre porque su voz era grave y su altura era bastante alta… Pero tenía unos bonitos y misteriosos ojos morados y el cabello liso y gris que le llegaba hasta el pecho.
—¡Sigis! Tú también tienes visiones del futuro. ¡Solo tú puedes entenderme! ¿Por qué parece como si no te importara?
—Sí, sí, entiendo de qué hablas… Sin embargo, creo que no es adecuado que le digas esas cosas a Tierra-sama. No entiende ni la mitad de lo que estás hablando. Por favor, cálmate. Relájate primero.
—¡Oh! Oh, sí. Tierra-sama… Estoy tan avergonzado. Lo siento, a veces me dejo llevar.
De repente, Custadio parece haber recuperado la calma. Se levanta rápidamente y me guía hasta un pequeño sofá en la parte más alejada de la oficina. No importa lo amable que sea ahora, ya no puedo borrar la percepción de “este tipo es extraño”, que me quedó debido a las acciones y comentarios que hizo antes.
Sobre una alfombra aterciopelada, había un sofá ancho y profundo que no tenía patas y estaba colocado directamente en el suelo. Ya que no hay una altura, es difícil colocar mis pies de un modo cómodo. Por el momento, me senté con las piernas estiradas hacia adelante.
—Tierra-sama, lo siento. Ojalá tuviéramos otra cosa que ofrecerle. Por favor, trate de relajarse.
Me apoyo en el respaldo, porque tiene cojines suaves y un forro bastante mullido. Intento obedecerle, muevo las piernas hacia un lado de mi cuerpo y acomodo mi cabeza en el reposa brazos. ¿No parece más bien como si me hubiera acostado de lado? Además, los sacerdotes trajeron bebidas, frutas y dulces, y los colocaron frente a mí sin decirme ni impedirme nada. El señor Custadio y el señor Sigis están sentados en sus propios sofás con las piernas cruzadas. Sé que soy bienvenido, pero… Tal vez estaba actuando muy grosero. Me levanté, me quité los zapatos y me senté apropiadamente en el sofá. Pero dijeron de inmediato: “Por favor, quédate como estás” y “Relájate como quieras”. ¿Cómo puedo hacerlo con ellos mirándome así?
—Esta cultura es más relajada que la cultura donde nací y crecí.
Cuando saqué a relucir las diferencias culturales, entonces dejaron de insistir que me acostara de nuevo. Supongo que entendieron que estaba confundido y perdido y decidieron cambiar de tema para decir:
—Entonces ¿estás aquí porque quieres preguntarnos algo importante?
En realidad, no era mi objetivo… Pero ciertamente había muchas cosas que quería preguntar y comentarles. En primer lugar…
—Tengo que vivir aquí en Lütbya…
—Sí, por supuesto. Si un humano vive para siempre en el castillo de Shirasagi, su cuerpo se debilitará y se enfermará.
—Bueno, él me dijo que estaba bien si venía únicamente a descontaminarme… Pero de todas maneras es mi intención venir seguido.
—Por supuesto, ven tanto como quieras. Eres bienvenido todos los días, a cada hora.
¡Aquí puedes comportarte como quieras! Sé que seguramente pasaste por mucho y que tu experiencia con la familia real no es buena, pero en el futuro también puedes interactuar con ellos y con los nobles. Puedes ir a los banquetes, al teatro, a ver a los malabaristas. Si tienes algún interés en especial, háganoslo saber. Si deseas algo, llamaremos a comerciantes de todo el país hasta conseguirlo.
—¡…!
Vaya. ¿Es el “favorito” una posición en la que puedes comportarte libremente y entretenerte como se te dé la gana? Esa puede ser la razón por la cual los favoritos del Rey Dragón de años anteriores iban al castillo de Lütbya con demasiada frecuencia. El castillo de Shirasagi era claramente menos divertido si lo comparabas con fiestas y malabares.
—No soy bueno interactuando con la gente… No tengo nada que quiera hasta ahora. Viviré en Lütbya algún día, eso lo puedo aceptar. Pero quiero hacerlo solo. Por mi cuenta.
—No entiendo…
—No sé sobre moneda, la unidad o el valor que le den en este país. No conozco la cultura ni el sentido común de Lütbya. Quiero los conocimientos sobre cómo comprar, cómo alquilar una casa y cómo vivir aquí. Básicamente, quiero mis propias cosas, pagadas con mi propio esfuerzo. También quiero un trabajo.
El señor Custadio y el señor Sigis se miraron de manera extraña.
Ser el favorito de Ryuo parece ser una posición en la que puedes pensar egoístamente y disfrutar sin detenerte… Pero no quiero ser así. No quiero avergonzarme de mi cara al caminar y para asegurarme de que así sea no quiero ver gente riéndose en las sombras o frente a mí.
En este país donde las personas con piel marrón y sana no solo tienen una cara hermosa, sino que tienen un cuerpo bendecido, mi piel pálida y mi cuerpo flaco será bastante diferente y se destacará. Algún día, viviré tranquilamente en el campo. Para ese momento, obviamente necesitaré de sabiduría y conocimiento para no depender de nadie. Tengo interés y muchos deseos de trabajar, así que, si puedo hacerlo, me gustaría hacerlo en algún lugar silencioso, ya sea como lavaplatos o un limpiador.
—Tierra-sama solo necesitas decirnos lo que necesites y nosotros podremos dártelo.
—Sí. Bueno, entonces, si hay algo que quiero, lo diré en ese momento. Pero no deseo nada ahora más que aprender.
Siento que cocinar es esencial para vivir solo. Puedo hacerlo. ¿Necesito habilidades de lavado? Parece que no hay absolutamente ninguna lavadora automática aquí.
—… Haré todo lo posible para cumplir los deseos de Tierra-sama entonces, pero ¿de verdad quieres algo así?
—Sí.
Mi corazón se alivió, ya que pude transmitir mi solicitud perfectamente.
Cuando volví a mirar a Custadio, tenía un codo en la rodilla con la cara cubierta por sus manos. Parecía que presionaba sus ojos.
—No puedo creerlo… —Custadio, que levantó la cara, estaba derramando un montón de lágrimas—. Avanzando tanto, queriendo hacer todo esto debido al amor que le tienes al Rey. ¡Tan intenso! Es como el amor que le tenía Suri…
—¿Eh? ¿Suri?
—Suri fue la persona favorita de Ryuo hace mucho tiempo, se dice que su amor fue el más profundo de todos. Estuvo en el Castillo de Shirasagi durante varias décadas.
—¡Oh!
Parece que me he enterado de algo que no quería saber. Mucho menos en este momento en el que intentaba darme fuerzas. Por décadas, sin irse… ¿Quién era? Quiero saber. Siento que quiero saber de esto desesperadamente por varias razones diferentes. ¿Por qué estuvo con él tanto tiempo?
—¿Era hombre o mujer? ¿Qué sabes de eso?
—Era una mujer. No era de Lütbya, pero parecía no tener inconvenientes con el lenguaje. Ese fue el beneficio que se le dio cuando fue convocada por el Rey Dragón…
Si yo también tuve ese “regalo”. Me dieron la capacidad de una traducción automática cuando fui convocado, pero… ¿Cómo logró lidiar con su alma corrompida?
—¿Cómo era su apariencia? ¿Su personalidad…? Cualquier cosa está bien. ¡Por favor dime!
Custadio se sorprendió tanto que se le borraron las lágrimas. Tal vez me escuchaba muy desesperado mientras preguntaba.
—Lo siento, no sé tanto. Fue hace unos 500 años… La tradición es demasiado antigua.
—Hace 500 años…
—He oído que solo Suri fue capaz de permanecer con él por mucho tiempo, incluso ya que había terminado su contrato.
Me duele el corazón.
Posiblemente, ahora he escuchado bastante. El Rey Dragón la amaba. Hay una existencia especial que es amada por Ryuo, seguramente incluso después de que fue obligada a abandonar el Castillo de Shirasagi. Oh, eso no es bueno… Porque mis pensamientos acerca de lo especial que era estaban surgiendo otra vez. Simplemente tengo que eliminar esa ilusión y completar lo que necesito hacer.
Pero desearía no haber tenido ninguna curiosidad desde el inicio.
El señor Custadio me dijo algo inesperado, tal vez porque trataba de subir mis ánimos nuevamente.
—Es por eso que eres un favorito interesante. ¿Por qué no entiendes lo que te decimos?
—… ¿Eh?
—Es algo ridículo que Ryuo decidiera ponerte en su espalda y traerte aquí. Después de que Suri no pudo quedarse en el castillo de Shirasagi debido a su salud, se le instruyó mil veces que bajara a Lütbya, pero nunca hizo caso. En comparación con Tierra-sama, Ryuo se preocupó por ti, te puso en su lomo y te hizo bajar para descontaminarte. Esta es la primera vez desde la historia de Lütbya que pasa eso.
Por eso se creó una enorme fiesta.
—¿Eso es cierto?
—Por supuesto que es cierto… Aunque te cueste creerlo y hagas mil ideas para auto sabotearte. Él te ama.
Cuando fui golpeado por la fuerza de sus palabras, me llené de lágrimas. Maldición
¡Odio infinitamente ser tan sentimental!
—No importa el pasado. El amor dado por Ryuo ahora no es para un favorito, sino para un ser humano llamado Tierra.
Ese día, cuando visité Lütbya, fue un día especial no solo para mí… Sino también para nuestra pequeña historia.