Enviando calor al jefe discapacitado

Capítulo 16


Yingzhao miró a Wen Renming y negó con la cabeza, con una expresión preocupada. Solo pudo fingir que había atravesado el Reino del Demonio del Corazón. Después de todo, no sabía cómo explicarle por qué él no se vio afectado en lo más mínimo.

Tomó a Wen Renming del brazo, ignorando a los discípulos del Pabellón Brumoso que aún estaban atrapados en sus propios demonios, y decidió sacarlo de ahí primero.

Wen Renming giró el brazo y sujetó con fuerza la mano de Yingzhao, siguiéndolo de cerca. Sin embargo, al bajar la cabeza, una neblina cruzó su rostro.

Lo único que Wen Renming tenía claro era que realmente había atravesado el demonio interno en este reino. Aunque el reino secreto se transmitía por conocimiento de generación en generación, y su sangre podía ejercer cierto control sobre él, nunca antes había estado en esta cueva. Durante años había vivido como un muerto en vida, sin interés en nada.

Se preguntaba por qué, siendo ya un cultivador del camino demoníaco, seguía siendo afectado por el demonio del corazón. Recordó cómo, en aquel reino ilusorio, revivió experiencias dolorosas una y otra vez. Pero nada de eso movía ya su corazón.

Hasta que escuchó una voz, profunda dentro de sí, repitiéndole que no era más que un hombre feo y discapacitado que nadie podría amar.

Aquella conversación que escuchó entre Xiao Lie y Yingzhao el día en que se conocieron también brilló en su mente. Aunque Yingzhao había refutado a Xiao Lie de inmediato, esa voz en el Reino del Demonio del Corazón seguía susurrándole que todo había sido una farsa para engañarlo.

El dolor se hizo más grande, más agudo que cualquier sufrimiento del pasado. Quería poseer a Yunping por completo, interrogarlo, tomarlo a la fuerza si era necesario. Pero al mismo tiempo tenía miedo. No quería herirlo.

Quería obligarlo a quedarse a su lado, pero se contenía. Se reprimía incluso si eso le dolía. No quería una sonrisa forzada en el rostro de Yingzhao.

Así quedó, desconsolado y confundido, encerrado en su propio caparazón, tratando de acallar todas esas voces.

Hasta que apareció Yunping.

Recordó cómo, en ese momento, fue incapaz de contenerse y mostró abiertamente su cultivo demoníaco, deseando retener a la otra persona para siempre.

Sin embargo, fue Yingzhao quien habló primero de amor. Aunque no sabía si todo aquello era real, no podía dejar de recordar lo que sintió en ese instante.

El beso que compartieron, las palabras llenas de amor que Yingzhao le dijo… por un momento, deseó quedarse atrapado en ese sueño para siempre.

Pero justo cuando estaba a punto de tomar posesión total de él, Yingzhao le dijo que todo era falso. Que debía despertar y reencontrarse en la realidad.

Al ver su entusiasmo, terminó obedeciendo.

Tras despertar, lo primero que quiso hacer fue preguntarle si todo lo que vivieron había sido real. ¿De verdad quería estar con él? ¿De verdad lo amaba?

Pero el miedo lo paralizó. Tenía miedo de que todo hubiese sido un sueño, una ilusión creada por el demonio del corazón.

Y si no era un sueño, si Yingzhao realmente había entrado a su mar de conciencia y visto toda la oscuridad de su interior…

Entonces, ¿cómo podía seguir amándolo después de ver esa parte suya?

Wen Renming sonrió con ironía. Nunca se había sentido tan enredado, tan impotente.

Había sufrido mucho en el pasado, pero este nuevo dolor lo desgarraba por dentro. Sentir el calor del cuerpo de la persona a su lado, respirar su aroma, lo hacía querer fundirse con él para siempre…

Bajó la cabeza, pensando en cómo dar el siguiente paso. En el pasado, se conformaba con tener a alguien cerca. Pero ya no. Ahora quería todo. Cuerpo y alma. Un amor completo y exclusivo.

Fue por eso que lo había planeado todo con tanto cuidado, incluso trayendo al grupo entero del Pabellón Brumoso al reino secreto.

No pensaba perdonar a quienes lo habían manipulado. Pero Yingzhao era diferente. Quería su amor sincero.

Y aun si no lo obtenía, no planeaba dejarlo ir. Siempre lo mantendría a su lado, haciéndolo vivir solo para él, besándolo solo a él, tolerándolo solo a él.

Recordó de pronto las palabras que Yingzhao le había dicho en el Reino del Demonio del Corazón, cuando pidió “aparearse” con él. Su rostro se sonrojó al rememorar esa imagen.

—Definitivamente, mi Yunping es adorable incluso en mundos ilusorios —pensó.

Incapaz de contenerse, fingió debilidad en las piernas y tropezó levemente.

Como esperaba, Yingzhao lo sostuvo de inmediato y preguntó con preocupación:

—Wen Renming, ¿estás bien?

Wen Renming negó con la cabeza y, fingiendo debilidad, respondió:

—Yunping… estoy bien. Solo me siento algo débil.

Yingzhao pensó que quizá era un efecto secundario del Reino del Demonio del Corazón. Decidió que debían salir cuanto antes de la cueva. Pero la oscuridad lo impedía, así que dejó que Wen Renming se apoyara en él.

—Está bien. Apóyate en mí —le susurró.

Wen Renming asintió, recostándose sobre su hombro. Desde ese ángulo, Yingzhao no podía ver cómo sonreía. Aspiró profundamente su aroma, besó suavemente su cabello y pensó:

“No importa si me amas de verdad o no… Yo siempre te amaré. Estaremos juntos por siempre.”

Mientras lo ayudaba a caminar, Yingzhao sintió un escalofrío. Era como si algo peligroso lo observara.

Siempre confiaba en su intuición, así que aceleró el paso hacia la luz que brillaba a lo lejos.

Los dos avanzaron tambaleantes hasta que finalmente salieron de la cueva. Pero lo que encontraron afuera fue otra sorpresa.

Frente a ellos se extendía un lago cristalino. El agua brillaba, el cielo estaba despejado, y todo el paisaje transmitía una paz refrescante.

Yingzhao se relajó al instante. Ayudó a Wen Renming a recostarse junto al lago para descansar.

Sin embargo, justo cuando comenzaban a recuperarse, escucharon ruidos que venían desde la cueva.

Yingzhao frunció el ceño y se tensó de inmediato, mirando hacia el túnel con cautela. Poco después, los discípulos del Pabellón Brumoso comenzaron a salir uno por uno.

Yingzhao se sorprendió. Con una base de cultivo mucho más baja que Wen Renming, ¿cómo lograron salir tan rápido del Reino del Demonio del Corazón sin ayuda?

Pero lo comprendió enseguida. Aunque el reino era peligroso, también era una barrera que él mismo había roto al ayudar a Wen Renming.

Una vez destruido el núcleo, el Reino del Demonio del Corazón desapareció lentamente. Así, los demás recobraron la conciencia.

Sin embargo, a diferencia de Wen Renming, ellos no lo superaron por cuenta propia. El demonio en sus corazones quedó sembrado. Era solo cuestión de tiempo antes de que germinara.

Los discípulos lucían exhaustos. Incluso Xiao Lie no se apresuró a reclamarle nada a Wen Renming. Todos estaban desplomados sobre la hierba, sin fuerzas ni para hablar.

Yingzhao los ignoró por completo. Solo tenía ojos para Wen Renming. Había venido a este mundo para resolver viejas cuentas. Pero después de ver todo lo que Wen Renming había soportado, no podía pensar en nada más.

Tras un largo descanso, Xiao Lie reunió fuerzas y se acercó a Wen Renming. A pesar del agotamiento, no había olvidado su objetivo.

No tenía ánimo para recriminar. Simplemente preguntó con tono neutro:

—Wen Renming… ¿dónde está el “Qingyuan Jue” que mencionaste?

Wen Renming levantó la cabeza y respondió con calma:

—Debe estar cerca. Puedo sentirlo. Según los registros, el “Qingyuan Jue” se encuentra oculto en un lago secreto… Este lago. Se dice que una bestia de agua lo custodia. Es feroz. No será fácil obtenerlo.

Miró a los demás y añadió:

—Hoy todos están exhaustos. Sugiero que descansemos. Mañana, con fuerzas renovadas, podremos buscarlo.

Xiao Lie asintió, contemplando el amplio lago ante ellos. Buscar un objeto oculto en esas aguas no sería tarea sencilla.

Sin embargo, confiaba en que Wen Renming tenía una manera de encontrarlo. Después de todo, había logrado desbloquear la barrera fuera de la cueva con suma facilidad.


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